Tras el fallecimiento de su madre, Ann decide convertirse en Maestra del Azúcar de Plata como su madre, una profesión muy apreciada en el país de Highland, donde existen muy pocos maestros de este oficio. Ann parte hacia la ciudad de Lewiston, donde la familia real celebra un festival de esculturas de azúcar. Para convertirse en Maestra Azucarera de Plata, tiene que ganar el primer puesto y recibir una medalla real.
En este mundo, los humanos tratan a las hadas como esclavas y toman una de sus alas para controlarlas. Ann compra a regañadientes a un hada llamada Shall para que le haga de guardaespaldas en su camino a Lewiston. Ann se debate entre dejar libre a Shall, pero necesita un guardaespaldas en los peligrosos caminos hacia el festival.
