Un orbe, conocido únicamente como Ello, es arrojado a la Tierra para ser observado desde lejos. Capaz de cambiar de forma a partir de los seres cuyos reflejos capta, se convierte primero en roca y luego, debido a la subida de la temperatura, en musgo.
Es incapaz de moverse hasta que un día de nieve, un lobo a las puertas de la muerte se cruza a duras penas. Cuando adopta la forma del animal, alcanza la conciencia y comienza a vagar con un destino poco claro en mente. Pronto se encuentra con el amo del lobo, un joven que espera el regreso de su tribu desde un paraíso abundante en peces y frutas en el sur. Aunque el chico se siente solo, sigue esperando que aquellos a los que tiene en su memoria no le hayan olvidado y que algún día se reúna con ellos.
El chico quiere explorar nuevos entornos y decide abandonar su hogar con el fin de encontrar el paraíso utilizando las huellas que dejó su tribu. Sin embargo, con un cuerpo fuertemente herido y sin ver a sus compañeros mayores, ¿qué será del chico?
Fumetsu no Anata e ilustra la historia de un ser inmortal que experimenta la humanidad, conociendo a todo tipo de personas en muchos lugares a lo largo del tiempo.